1. No maridar el menú. Maridar el vino y la comida es clave para disfrutar más de ambos y conseguir que expresen mucho más sus aromas y sabores. Por lo general, no se tiene en cuenta el maridaje y la armonía de las partes. No hace falta ser sumillers ni profesionales del sector. Basta con tener algunas pautas como os indicamos aquí para conseguir una gran sinergia de vino y comida.

2. Elegir un mismo vino para toda la cena. En relación a lo anterior, muchos winelovers elijen un mismo vino para toda la cena porque ese vino es su vino favorito y estamos desperdiciando la capacidad de ese vino y otros que podrían estar encima de nuestra mesa.

3. No tener en cuenta la temperatura del vino. Cada vino debe servirse a una temperatura. El hecho de no aproximar esta temperatura hace que un vino pueda llegar a ser totalmente diferente. Al igual que las gambas a las plancha no tienen gracia si están frías o ardiendo, el vino debe servirse a una temperatura adecuada.

4. Oxigenar el vino. Oxigenar un vino es como despertarlo de su letargo. Nuestros vinos tintos encerrado en las botellas al entrar en contacto con el oxigeno se despiertan. Oxigenar es abrir la botella (descorchar, retirar el tapón de corcho de la botella) y dejar que el vino entre en contacto con el oxigeno, y si se hace en decantador mucho mejor. El tiempo recomendado de abrir la botella de vino tinto antes de consumirla es entre 1-2h, en cualquier caso si no se puede conseguir este tiempo, con un mínimo de 15 minutos empezaría a ganar el vino.

5. Mantener el corcho puesto en vinos tintos. Una vez descorchado la botella de vino, si se va a consumir en esa comida o cena, no debemos ponerle ningún tapón o el corcho. El vino se irá oxigenando y abriendo sin el puesto. Sólo si va a sobrar vino es adecuado utilizar corchos y tapones que nos ayuden a mantener el vino y alargar su vida útil.

6. Los espumosos sólo para los postres o la sobremesa. Es hora de romper un mito y es que los espumosos no sólo son para la parte final de las reuniones. Muchos espumosos son perfectos anfitriones para comenzar con la comida.

7. No cambiar las copas o limpiarlas al cambiar de vino. Por lo general no vamos a poder tener una copa específica para cada vino pero si podemos limpiarlas antes de cambiar de vino para que no mezclemos sabores y aromas. Puede parecer una tontería pero no lo es y es un error muy común.

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