1. Todo comenzó en 1882. En esa época la clase burguesa solía beber champán y comer uvas durante la cena de Nochevieja.
2. Un grupo de madrileños decidieron ironizar esta tradición acudiendo a la Puerta del Sol para comer uvas acompañados del sonido de las campanadas.
3. Otra teoría remonta la tradición a 1909. Ese año hubo muy buena cosecha de uva, y los productores decidieron dar más salida al producto vendiéndola como “uvas de la suerte”.
A lo largo de los años la tradición se ha ido puliendo. Hoy día mucha gente dice que las uvas simbolizan la abundancia y cada vez que se come una hay que pedir un deseo. En total 12 deseos, por cada uno de los meses que componen el año.
¿Que teoría pensáis que es la más acertada? Sea como sea, nosotros pediremos un deseo por cada uno de vosotros. Gracias por formar parte de un gran año.